1. Refuerzo positivo.

1. Es la mejor estrategia para controlar la conducta, genera autoestima y respeto.
   
2. Elogiaremos aquellos comportamientos que queremos que se den con mayor frecuencia. Para su aplicación tendremos en cuenta:
   
3. Elogiar conductas muy concretas.
   
4. Elogiar de forma sincera y verdadera.
   
5. Utilizar el refuerzo social (felicitación), privilegios sencillos (un poco más de recreo) o pequeños premios (cromos, postales).
   

2. La extinción.

1. Es la mejor opción cuando queremos reducir conductas inadaptadas.
   
2. Debemos dejar de prestar atención a aquellas acciones o comportamientos que son inadecuados para evitar que el alumno/a lo vuelva a repetir.
   
3. Inconvenientes: al principio puede aumentar la intensidad y la frecuencia de las conductas que queremos extinguir.
   

3. Tiempo fuera.

1. La aplicaremos justo después de que se produzca la conducta que queremos reducir en el niño.
   
2. Consiste en aislar al niño en un lugar carente de estímulos inmediatamente después de que haya presentado la conducta a eliminar.
   

4. Las normas y los límites.

1. Establecer unas normas bien definidas y estructuradas dentro del aula, nos ayudaran cuando el alumno se encuentre fuera de la misma.
   
2. Las normas proporcionaran al alumno/a un mayor autocontrol.
3. Saber de antemano las consecuencias que tendrá no cumplir las normas o cumplirlas, proporciona al alumno una mayor seguridad.